Porque en algún punto coincidimos...

domingo, 8 de agosto de 2010

HABÍA UNA VEZ UN HOMBRE QUE...

Dedicado a ésos hombres que nos hacen creer que todo lo pueden; y, sin embargo son capaces de cambiar pañales y obsequiarnos rosas.

Cuando el sol último
se halló hundido,
pensó modificar la luz
y corrigió la ofrenda de la noche,
pensó modificar el aire
y corrigió la ofrenda
con madera, lana y cuero,
el hacedor de metales
pensó modificar al mundo
y fabricó herramientas.

Corrigió, por fin, la ofrenda
de andar desnudo
sin garras, sin colmillos,
sin uñas en las patas;
aún sin fuerza corrigió la ofrenda
la bestia de las bestias
que nació débil
y, sin embargo, engaña.

Lura Ororbia

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