Radicalmente para mal.
Pensé que ya era mayor para hacer muchas cosas, y que no podría seguir con el ritmo de vida que llevaba. Y confieso que estoy sorprendida.
Mi vida ha cambiado, pero no como yo pensaba.
Te cuento mi experiencia "menopáusica":
1º ) Recorro las góndolas del supermercado y al llegar a perfumería... ¡no compro tampones! Economía.
2º ) Cuando mi hombre, compañero, amigo, amante, el que duerme conmigo hace más 
de 40 años se acomoda "cucharita" ... le digo que ¡Sí! Cualquier día del mes, sin tener que explicar que estoy en uno de "esos días" , como se decía en mi pueblo. Sexo.
3º ) El día que empezaron los sofocones, pensé "esto se complica", pero rápidamente encontré una solución. Archivé camisas, poleras, bufandas, etc. Y compré: vestidos con breteles finitos, remeras escotadas, straples y espaldas descubiertas. Sensualidad.
4º ) Mi familia es hermosa. Mis hijos ya son grandes, los mayores están casados y los solteros tienen mucha actividad; a mis nietos los malcrío algunos días por semana, en los que me dedico exclusivamente a ellos. Pero tengo tiempo libre para disfrutar con mi marido de salidas sin horarios, de caminar y charlar con él, de mirar nuestro camino recorrido y proyectar el que falta recorrer. Descubriendo cada día que ésta era la vida que quería vivir. Con la unión de una familia. Amor.
5º ) El ginecólogo me habló de dieta, gimnasia, osteoporosis, antioxidantes, etc. etc. etc. Y sé que es bueno para mí. Lunes y miércoles hago "localizada" con una profesora super. Los jueves voy a natación y cuando puedo salgo a caminar con las "chicas". Los antioxidantes me mejoran el pelo, las uñas y la piel. ¡Me siento mejor que a los 30! Como le digo a mi amiga : "¡Estoy espléndida!". Salud.
6º ) Cuando era más joven que ahora y criaba a mis hijos, deseaba DORMIR, LEER, USAR ROPA BLANCA (imposible con tantos niños), MIRAR VIDRIERAS, VER PELÍCULAS DE TRASNOCHE... todo era imposible. ¡Pero entonces...llegó la menopausia! Mi vida ha cambiado. Duermo por la mañana, leo, estudio, paseo y hasta viajé sola a ver a dos de mis hijos que viven en el extranjero. La menopausia me trajo descanso. Paz interior.
Por todo esto, para mí menopausia es hoy: economía, sexo, sensualidad, amor, salud, descanso, paz interior y proyectos.
Siento que en mi vida pasé muchas etapas, algunas con esfuerzo y trabajo, otras con tristezas y alegrías. Y hoy con mis sesenta años cumplidos, puedo mirar atrás con mucha serenidad.
Veo una familia maravillosa, con hijos hermosos que ya volaron con sus propias alas (¡gracias a Dios!) y el nido no está vacío.
Tiene recuerdos y tiene proyectos.
Tiene serenidad y tiene proyectos.
Tiene alegrías y tiene proyectos.
Y repito esta palabra porque la vida en menopausia no se mutila ni se termina.
Al contrario, empieza una nueva etapa, muy rica, muy profunda y hermosa si se tienen nuevos proyectos.
Estudiar, bailar, viajar, plantar tulipanes, pintar un mantel o caminar en silencio. No importa cuál.
Siento que siempre seré joven mientras tenga una ilusión y ésta se transforme en proyecto. La vida es un proyecto.
Y Dios me la regaló para no desperdiciarla, sino para, simplemente, vivirla.
Y eso hago.
¿Y TU?
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