Nély dejó esta poesía como comentario en una entrada del blog y creí oportuno editarla... Gracias Nély, te espero cuando quieras visitarme y quedarte en palabras.
El amor se apaga,
se marchita como una flor
que conoció el sol brillante
y a la que las penumbras
la obligaron a cerrar sus pétalos azules.
Aquel sentimiento se destruye
como la casa que una vez fue bella
y hoy se la lleva la humedad del otoño.
¿Cómo puede la hermosura desvanecerse en el aire
al igual que la hierba
tras el viento huracanado
de una tormenta de primavera?
Yo hubiese deseado que la eternidad
envolviera mi corazón y amarte así por siempre,
pero temo que tus pasos sigan alejando
aquella imagen que amé en los primeros días,
quizá perpetuamente el dolor de tu adiós
desquebraje mi alma ya en pedazos.
¿o será que tendré el valor de caminar tras un destino
lejos de tus ojos que aún amo, y odio sin desearlo?
El horror parió lágrimas en mis ojos
mas de una vez en soledad,
y me niego a perderte, a dejar atrás lo que soñé junto a vos,
pero el príncipe que tenía a mi lado
más de una vez se metamorfoseo en sapo y me asustó,
entonces todo lo que había amado fue oscuro y precoz,
lejano y trémulo,
olvidado y mudo para morir.
Nély Lucero
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