Por medio de la presente presento mi renuncia irrevocable a ser adulto.
He decidido aceptar la responsabilidad de tener 10 o 15 años nuevamente:
Quiero volver a la escuela con mi guardapolvo blanco, almidonado, duro como una tabla.
Quiero que mi perro me espere a la salida.
Quiero emocionarme al saludar a la bandera y cantar Aurora.
Quiero tomar distancia en la fila.
Quiero cantar la Marcha de San Lorenzo cambiando la letra: Febo asoma, punto y coma, las chancletas de mi abuela son de goma, y las mías son de acero, para darle más trabajo al zapatero.
Quiero volver a mi casa a comer las milanesas de mi vieja.
Quiero hacer los deberes en la mesa de la cocina.
Quiero tomar la leche mirando a Piluso.
Quiero ir a jugar al pasaje de mi casa, por donde nunca pasa ningún auto.
Quiero que la puerta de calle nunca esté cerrada con llave.
Quiero ir al Kiosco de la esquina a pedir golosinas y que luego mi papá las pague.
Quiero mirar dibujitos del Pájaro Loco en la tele.
Quiero esperar a mi viejo, llegar del trabajo, siempre con alguna sorpresa.
Quiero ir a hacer los mandados al almacén de la esquina.
Quiero ver a mi vieja limpiando lo limpio, barrer la vereda y charlar con las vecinas.
Quiero que mi abuela me cuente viejos cuentos aprendidos en su país.
Quiero espiar a mi abuelo, muy serio arreglando zapatos.
Quiero pelear con mi hermana, porque la quiero.
Quiero las largas tardes en el cine con mamá, mi hermana y mis primos; y muchos sandwiches de mortadela.
Quiero comer pizza de parado a la salida.
Quiero volver a la Colonia de Vacaciones.
Quiero pasarme los veranos en la playa haciéndome milanesa de arena y rodar por los médanos, y quemarme como un camarón, y andar a caballo y comer asado y dormirme en la noche acunado por la brisa del mar.
Quiero jugar al carnaval y una salvaje guerra de bombitas de agua, de vereda a vereda, y el Corso del barrio y mi disfraz de pirata
Quiero las Fogaratas de San Pedro y San Pablo.
Quiero el circo en el baldío, y la Kermese en el patio de la Iglesia o de otro Credo.
Quiero escuchar hablar con respeto del Doctor, de la Maestra, porque saben más que uno.
Quiero que el vigilante de la esquina me mire cuando cruzo la calle.
Quiero mi bici, mis patines, los autitos, las bolitas.
Quiero ir a mirar pasar los trenes.
Quiero reunir a toda mi familia para mi cumpleaños.
Quiero la mesa grande de los domingos.
Quiero las cosas sencillas de todos los días.
Quiero irme a dormir sin pensar en mañana.
Quiero, en fin, que me devuelvan mi infancia, mi inocencia, mi esperanza, y mi país.
Quiero ser feliz ...
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