Porque en algún punto coincidimos...

sábado, 18 de septiembre de 2010

LA CLÍNICA DE LA VIDA

Fui a la Clínica de La Vida a hacerme una revisión de rutina y constaté que estaba enfermo:
- Cuando La Vida me tomó la tensión, vio que estaba bajo de ternura.
- Al tomarme la temperatura, el termómetro registró 40º de ansiedad.
- Me hizo un electrocardiograma y el diagnóstico fue que necesitaba varios by-passes de amor.
- Pasé a ortopedia, ya que no podía caminar al lado de mi hermano, y tampoco podía dar un abrazo fraternal porque me había endurecido.
- También me encontró miopía, ya que no podía ver más allá de las cosas negativas de mi prójimo.
- Cuando me quejé de sordera, me diagnosticó que había dejado de escuchar a los que están a mi lado cada día.

Es por esto que hoy me ha dado consulta gratuita y prometo que al salir de esta clínica tomaré solamente los medicamentos naturales que me recetó:
- Al levantarme, beber un vaso de agradecimiento.
- Al llegar al trabajo, tomar una cucharada de paz
- A cada hora, ingerir un comprimido de paciencia y una copa de humanidad.
- Al llegar a casa, inyectarme una dosis de amor.
- Y antes de acostarme, tomar dos cápsulas de conciencia tranquila.

Vive cada día en paz y tranquilidad.

El propósito de La Vida para contigo es admirablemente perfecto. Desea mostrarte cosas que solamente comprenderías estando en el lugar donde actualmente estás ahora y en la condición que vives en dicho lugar.

¡Disfruta de La Vida!

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