Porque en algún punto coincidimos...

viernes, 1 de julio de 2011

SONRÍE

Sonríe, muestra aquello que eres, sin miedo
Existen personas que sueñan con tu sonrisa, así como yo.
La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo.
La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.
Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero.
Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un "te quiero", siempre habrá un amigo; esa persona con la que se puede pensar en voz alta.
Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo.
La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos.
Eres algo más que tu cerebro o tu cuerpo, tu verdadera esencia es tu alma, que es eterna.
Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
El único símbolo de superioridad que conozco es la bondad.
No pidas a Dios una carga ligera para tus hombros; pídele unos hombros fuertes para soportar la carga.
Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.
Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue; pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo.
La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea.
Sólo cerrando las puertas detrás de uno, se abren ventanas hacia el porvenir.
Amigo, el Dios en Quién yo creo, no nos manda el problema, sino la fuerza para sobrellevarlo.
Te deseo que ante la adversidad, exista siempre una luz que ilumine tu camino y el de todas las personas que te rodean...

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