Me siento tan herida que corren por mis venas
torrentes de locura, rabia casi animal.
Quisiera sufrir amnesia, negarte en mi existencia,
borrarte de un plumazo, pensar que no exististe
como el enorme cíclope del mítico pasado
que no alcanzo a imaginar.
Te odio pero te amo y estos dos sentimientos
entablan duelo a muerte cual David y Goliat;
entonces apareces diciendo con tristeza
lo mucho que te duele haberme herido así.
Prometes mil promesas pero ya no te escucho.
hora soy Julieta abrazada a su Romeo
y ni yo misma recuerdo qué debo perdonar.
Chochy Moroni
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