Larga vigilia
espera interminable
millones de ojos
posados sobre el titán.
Fortaleza helada, imponente
enorme y majestuosa muralla celeste
cual acorazado impenetrable.
Amparado por la noche
vigilado por fuerte tormenta,
cumplió el designio
calladamente
entregando al helado lecho
un pedazo de su cuerpo
ése, que en fechas precisas
exigidas por la madre natura
regala un espectáculo
único, sorprendente, maravilloso.
El mundo
rendido ante el coloso.
Evitó el acecho
al partimiento de su cuerpo,
tantas veces permitido
por la indiscreta luz del día.
El gigante eterno
no debe mostrar fragilidad tal vez?
decidió desplomarse, hundirse
refugiado en la intimidad
de su gélida materia.
Myrian
04-03-2012
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