Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, quiero rendir homenaje a todas las mujeres, pero de manera especial a las anónimas, las que pasan inadvertidas porque no aparecen en revistas o televisión ( donde en muchos casos sólo muestran la parte frívola y superficial), las que no disparan los rating con su casi desnudez atornillando al espectador frente al TV. No son las que expresan cualquier vulgaridad o ventilan sus miserias prestándose al burdo juego de ser un pedazo de carne . Hoy las protagonistas son las que luchan diariamente para llevar adelante el hogar con un escaso ingreso, las que desde muy temprano en la mañana recorren varios kilómetros para trabajar regresando casi de noche. Las docentes que con su dedicación y entrega van moldeando los profesionales del mañana; esas otras mujeres que la vida instaló en lugares recónditos, olvidados, inmersas en la ignorancia y la pobreza, más no cejan en su lucha por mantener los valores ancestrales y familiares; aquellas sometidas y esclavizadas porque su cultura así lo impone. Las trabajadoras de la salud curando, conteniendo, dando alivio al dolor, luchando por la vida. A las que llevan adelante hogares y comedores para niños carenciados debiendo administrar la escasez. A las que estudian, se fijan metas, llegando a ser excelentes profesionales, accediendo a puestos de jerarquía y conducción impensados tiempo atrás.
Por cada una de esas mujeres que día tras día ganan las calles, los juzgados, las comisarías reclamando por sus hijos víctimas de las drogas, la violencia, las violaciones, los accidentes, la trata de personas, no callándose, demostrando que de “sexo débil” nada tienen, que todo en su cuerpo está puesto en el debido lugar para dar batalla hasta la última fuerza, son las caras visibles del dolor, la impunidad y el reclamo; pero también son la cara del coraje, la valentía, el amor y la acción, señalando el camino hacia una sociedad más justa y pacifista.
A ellas mi homenaje, reconocimiento y respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario