Porque en algún punto coincidimos...

jueves, 24 de noviembre de 2011

HACIA LA LUZ


Rodaba la cuarta luna dando rumbo a mi esperanza
y hubo un temblor en mi vientre
que se anudó en mi garganta.
¡Por fin se anunció el milagro!
Quise gritárselo al mundo:
¡Ya está aleteando mi niño...! ¡Mi niño ya está aleteando!
Todo mi cuerpo fue nido para proteger su sueño.
Mi corazón entibió cada rincón, con su sangre
y moderó sus latidos para poder acunarlo.
...Tierno cansancio me invade
con esta tan dulce carga...
¡Qué hermoso será pequeño, adormecerte en mis brazos,
verte correr por la casa; crecer, entre risa y llanto...
Y qué difícil, tal vez, comprender tus travesuras,
tu natural desafío y tu apuro por ser “grande”...!
Quiero escribir en mi pecho,
las “setenta veces siete” que tendré que perdonarte.
Pero el momento ha llegado:
Nueve lunas se han cumplido y en mi carne ha madurado
este torrente de vida que está buscando su cauce.
...Y ya mi vientre se parte, como fruto de verano.
¡Qué feliz dolor es este, del hijo que está naciendo
y pronto estará en mis brazos!
Creo que estallan mis sienes... pero ya escucho su llanto!
¡¡Vamos mi niño a la luz, la Vida te está esperando!!

Irma Droz

2 comentarios:

  1. Que extraño ver que justamente esta autora usó la misma metásfora "cuarta luna...",parece como si al referirnos a la concepción de un hijo, esa luna fuera la más importante...¿porqué será?...
    Es hermoso, lleno de luz, de un amor hecho carne y que aunque doliente llega a la vida para tomar de ella todos sus desafíos!!!
    Me encanta!!!

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  2. De acuerdo a mi experiencia como madre, creo suponer que se debe a que en el cuarto mes se comienzan a percibir los primeros movimientos del BB, son muy sutiles y suaves, casi como una cosquillita en el interior del vientre.
    Es bellísima esta poesía.
    Un beso

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