Desde el suelo se eleva,
la brisa la toma en sus brazos
la pluma se deja llevar,
en esa danza ritual
la coreografía es un vaivén,
hacia arriba, hacia abajo,
por momentos suspendida en el aire.
El trueno sonó como aplauso
rompiendo el hechizo,
tan liviana y sutil
posose sobre mi pie.
Myrian
Hace muchos, muchos años, una niña que llevaba al jardín a sus hermanos grandes, se detuvo y dijo:¡Miráaaa, hojitas de paloma, mami!
ResponderEliminarGracias por estas emociones tuyas.
La ternura e inocencia de la niña,qué hermoso recuerdo Lau!! gracias por pasar.
ResponderEliminarUn abrazote.