TRABAJA A CORAZÓN,
NECESITA EL ABRAZO
y más brazos que aire
y más aliento que comida
y más afecto que mentiras.
Aún sabiendo que el límite no existe,
conoce que se avanza con dinero
y entonces, la barrera lo distrae,
se atraviesa,
exige más esfuerzo
y duele,
duele la indiferencia,
duele el sacrificio de postergar una familia,
duele el cansancio de la foto que le roban
y el músculo duele ;
sí, también duele el músculo
por cerrar los puños cuando las promesas
quedan en las sombras
y el plato en la mesa se achica,
y no quedan obras al final del día
y sufrirán los hijos por su vocación
y tampoco hay cuenta
que junte monedas para que,
de viejo, gane su retiro
y entonces le dicen que :
“sos amateur
que trabajás por la gloria,
que hace mucho tiempo
no traes medallas,
que te has puesto viejo,
que no vales nada.”
Laura Adriana Ororbia
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