El volcán interior
explusa lava espermática,
la profundidad uterina
anhelante recibe.
Veloces y microscópicas células
con cola de barrilete
viajan al encuentro
del virgen y ansioso óvulo.
La fusión es ágil
en la tibieza y suavidad
de una trompa esperanzada
ruta directa hacia el abrigo.
Matriz, hogar temporario
testigo de la evolución
del ser único, maravilla de la creación.
Me turba una duda:
¿el encuentro será igual de cálido
dentro del contenedor de vidrio
de un laboratorio?
Myrian
Tranqui, la cola de barrilete se encargará de que no haya memoria. La vida es la calidez, desde ese primer hogar que invita a quedarse. Aplaudo a las mamás solas, que desean serlo, y buscan ayuda, capaces de bañar en agua bendita a la muestra genética de los hombres. http://enfugayremolino.blogspot.com.ar/
ResponderEliminarSiempre tan zarpada mi amiga...Un abrazo de oso
ResponderEliminar