No aprendiste el Santa Clara
y yo no sé el punto arroz
pero sé que los secretos
se tejen siempre de a dos.
Por eso, desovillo
Mi corazón que palpita
Y a la madeja del tuyo
Entrelazo la lanita.
Con la hebra tejeremos
este secreto de amor...
Un guiño sin que nos vean...
Y en tu cuaderno una flor.
Media caricia apurada
en la puerta de tu casa...
Y nuestros nombres escritos
sobre un árbol de la plaza.
Los tejeremos en un sueño,
a dúo lo vamos a hacer...
Y piensa que la gente grande,
¡que no sabemos tejer!..
Anónimo
No es anónimo, es del libro "El libro de los chicos enamorados" de Elsa bornermann
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