Porque en algún punto coincidimos...

domingo, 8 de diciembre de 2013

AÚN APRENDIENDO



Estoy aprendiendo a aceptar a las personas, aun cuando ellas me decepcionan, cuando huyen del ideal que tengo para ellas, cuando me hieren con palabras ásperas o acciones impensadas.
Es difícil aceptar las personas como ellas son, sin que sean como deseamos que ellas sean.
Es difícil, muy difícil, pero estoy aprendiendo.
Estoy aprendiendo a amar.
Estoy aprendiendo a escuchar. Escuchar con los ojos y oídos.
A escuchar con el alma y con todos los sentidos.
Escuchar lo que dice el corazón, lo que dicen los hombros caídos, los ojos, las manos inquietas.
Escuchar el mensaje que se esconde por entre las palabras vanas, superficiales.
Descubrir la angustia disfrazada, La inseguridad mascarada, la soledad encubierta.
Penetrar la sonrisa fingida,la alegría simulada, la vanagloria exagerada.
Descubrir el dolor de cada corazón.
Poco a poco, estoy aprendiendo a amar.
Estoy aprendiendo a perdonar. Pues el amor perdona, quita los rencores, y cura las heridas que la incomprensión e insensibilidad lo lastimaron.
El amor no alimenta resentimientos con pensamientos dolorosos.
No cultiva ofensas con lástimas y autoconmiseración. El amor perdona, olvida, extingue todos los esquicios de dolor en el corazón.
Poco a poco...
Estoy aprendiendo a perdonar.
Estoy aprendiendo a descubrir el valor que se encuentra dentro de cada vida, de todas las vidas.
Valor soterrado por el rechazo, por la falta de comprensión.
Cariño y aceptación, por las experiencias desagradables vividas a lo largo de los años.
Estoy aprendiendo a ver,en las personas su alma, y las posibilidades que Dios les dio.
Estoy aprendiendo,
¡Pero cómo es de lento el aprendizaje!,
Todavía, tropezando, errando, estoy aprendiendo...
Aprendiendo a no ver solamente mis propios dolores, mis intereses, mi ambición, mi orgullo, cuando estos impiden el bienestar y la felicidad de alguien !

lunes, 4 de noviembre de 2013

EL ÁRBOL DADIVOSO



Hubo una vez un árbol que amaba a un niño. Cada día, el venía, juntaba las hojas y tejía con ellas una corona y jugaba al Rey del Bosque. Trepaba a su tronco, se hamacaba en sus ramas y comía sus frutos. Jugaba a las escondidas y cuando se sentía cansado dormía a su sombra. El niño llegó a amar mucho este árbol y el árbol se sentía feliz.
Pasando el tiempo, el niño creció y el árbol fue quedando solo. Un día regresó y el árbol le dijo: “Ven muchacho, ven y trepa a mi tronco y hamácate en mis ramas y come mis frutas y juega a la sombra y se feliz”.

“Estoy muy grande para trepar y jugar”, dijo el joven. “Quiero comprar cosas y divertirme. Quiero algo de dinero, ¿puedes darme dinero?”.

“Lo siento”, dijo el árbol, “no tengo dinero, solo hojas y frutas”. Toma mis frutas y véndelas. Así podrás tener dinero y ser feliz”.

El joven trepó al árbol y recogió las frutas y se las llevó y el árbol se sintió feliz. Pasó largo tiempo sin venir y el árbol estaba triste. Pero…un día regresó y el árbol se sacudió de gozo y exclamó, “Ven muchacho, trepa a mi tronco, hamácate en mis ramas y se feliz”.

“Estoy demasiado ocupado para trepar al árbol. Yo quiero tener una casa donde vivir, una esposa e hijos. ¿Puedes darme una casa?”.

“No tengo casa”, replicó el árbol, “el bosque es mi casa, pero tu puedes cortar mis ramas y construir una casa y ser feliz”. Así que el joven cortó las ramas y se las llevó para construir su casa. Y el árbol se sintió feliz pero el muchacho pasó mucho tiempo sin volver. Y cuando lo hizo el árbol fue tan feliz que casi no pudo hablar!. “Ven, susurró, ven y juega”.

“Estoy tan anciano y triste para jugar”, dijo el hombre. “Quiero un bote que me lleve muy lejos de aquí. ¿Puedes darme un bote?”.

“Corta mi tronco y hazte uno”, le contestó. “Luego podrás navegar lejos y ser feliz”. Y así, este hombre cortó el tronco y fabricó un bote para poder navegar y el árbol se sintió feliz, pero no tanto!.

Pasando mucho tiempo, el hombre regresó otra vez más. El árbol le dijo, “cuanto lo siento muchacho, pero no tengo nada para darte, mis frutos se han ido”.

Y el que había sido niño y joven le contestó: “Sabes, mis dientes están muy débiles y flojos para comer fruta”.

El árbol habló nuevamente: “Mis ramas se han ido y no puedes hamacarte en ellas”. Y él le contestó, “estoy demasiado viejo para hamacarme en tus ramas”.

“Mira, mi tronco se ha ido, ya no puedes trepar en él”, a lo que el hombre le replicó, “estoy demasiado viejo para trepar”.

Suspirando el árbol añadió, “desearía poder darte algo más, pero nada me queda, soy solo un viejo palo. Cuánto lo siento”.

“No necesito mucho más ahora”, dijo bajito el hombre. “Solo un lugar tranquilo para sentarme y descansar. Estoy muy cansado”. “Bien”, dijo el palo, estirándose lo más que pudo. “Un viejo tronco es bueno para sentarse y descansar. Ven muchacho, siéntate y descansa”. El anciano lo hizo y el árbol se sintió feliz.

sábado, 7 de septiembre de 2013

ADORMECIDA



 










Me adormecí en la espera
no era dulce, no era tibia
no era mansa, ni rebelde
era  brasa agonizante
alentando, sin aliento
la llegada del perdón.

Myrian

lunes, 2 de septiembre de 2013

FURTIVO


 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Encuentro de miradas presurosas
cálida noche de verano
brisa perfumada de violetas
acordes de canción lejana
cercanía de cuerpos anhelantes
encuentro pasional e incógnito
despedida sin sabor a reencuentro.

Myrian


domingo, 9 de junio de 2013

ME PREGUNTÓ EL AMOR…


 













ME PREGUNTÓ EL AMOR…

Hoy el amor me ha preguntado:
- como me ves?
- contesté:
Te imagino como un aroma aunque te asombres.

Amor con olor a madre, a padre
Amor con olor a hijo
amor con olor a hermanos
Amor con olor a abuelos, a tíos
Amor con olor a yunta
Amor con olor a amistad
Amor con olor a naturaleza,
Amor con olor a la madre tierra
Amor con olor a letras, a música
Amor con olor a arte
Amor con olor a deporte
Amor con olor a recuerdo, a olvido
Amor con olor a tristeza
Amor con olor a historias
Amor con olor a dinero
Amor con olor a curar
Amor con olor a justicia y a injusticia
Amor con olor a política
Amor con olor a ideales, a utopías
Amor con olor a solidaridad
Amor con olor a dolor
Amor con olor a odio
Amor con olor a soledad
Amor con olor a muerte
Amor con olor a vida
Amor con olor a PAZ
Amor con olor a Dios.

Entiendes? Es la elección que hagamos cada uno del aroma.

miércoles, 15 de mayo de 2013

IN VITRO

















 



El volcán interior
explusa lava espermática,
la profundidad uterina
anhelante recibe.
Veloces y microscópicas células
con cola de barrilete
viajan al encuentro
del virgen y ansioso óvulo.
La fusión es ágil
en la tibieza y suavidad
de una trompa esperanzada
ruta directa hacia el abrigo.
Matriz, hogar temporario
testigo de la evolución
del ser único, maravilla de la creación.
Me turba una duda:
¿el encuentro será igual de cálido
dentro del contenedor de vidrio
de un laboratorio?

Myrian

jueves, 21 de marzo de 2013

ACOSTUMBRADOS


Nos acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sea las ventanas de alrededor.
Y porque no tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera.
Y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas.
Y porque no abrimos del todo las cortinas luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz.
Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud.
Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde.
A tomar café corriendo porque estamos atrasados.
A leer el diario en el ómnibus porque no podemos perder tiempo.
A comer un sándwich porque no da tiempo para almorzar.
A salir del trabajo porque ya es la noche.
A dormir en el ómnibus porque estamos cansados.
A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.
Nos acostumbramos a esperar el día entero y oír en el teléfono: "hoy no puedo ir".
"A ver cuando nos vemos" "La semana que viene nos juntamos".
A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.
A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.
Si el cine esta lleno nos sentamos en la primera fila y torcemos un poco el cuello.
Si el trabajo esta complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana.
Y si el fin de semana no hay mucho que hacer, o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre
tenemos sueño atrasado.
Nos acostumbramos a ahorrar vida.
Que, de a poco, igual se gasta y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.

Día Mundial de la Poesía

..¿Qué es poesía?...
Poesía... eres tú.
Gustavo Adolfo Bécquer
(1836-1870)

En el Día Mundial de la Poesía y parafraseando (impertinentemente) a Bécquer digo:
Poesía es cada habitante de la Tierra que con su sola existencia, escribe y plasma su propia poesía, pudiendo ser además protagonista de poesías ajenas.
Myrian

jueves, 7 de marzo de 2013

"DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER"


Muchas ya no festejarán, les arrebataron la vida
tantas privadas de festejar en manos de tratas
montones a quienes su cultura desvaloriza y humilla.
Por las que lucharon en el pasado por sus derechos
por las que siguen la lucha día a día
por el legado de fortaleza que dejan a las del futuro
por todas y cada una de las mujeres que habitan esta tierra.

8 de marzo “DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER”

Myrian

miércoles, 27 de febrero de 2013

RECETAS















Para vos "Nona Erminia"

La antigua mesada
de la vieja cocina, la añora
reguarda celosamente
aromas, sabores, texturas
manjares de la abuela.
Soporte y testigo
de recetas ancestrales
venidas del otro lado del mar.
Su preparación afanosa
llevaba un secreto
alta dosis de ternura y entrega
obsequiada alegremente
en la mesa familiar.

Myrian

domingo, 24 de febrero de 2013



domingo, 17 de febrero de 2013

EL PLACER DE SERVIR



 




















Toda naturaleza es un anhelo de servicio
Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú;
donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú;
donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.
Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre los
corazones y las dificultades del problema.
Hay una alegría del ser sano y la de ser justo, pero hay,
sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.
Que triste sería el mundo si todo estuviera hecho,
si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender.
Que no te llamen solamente los trabajos fáciles.
Es tan bello hacer lo que otros esquivan!
Pero no caigas en el error de que sólo se hace mérito
con los grandes trabajos; hay pequeños servicios
que son buenos servicios: ordenar una mesa,
ordenar unos libros, peinar una niña.
Aquel que critica, éste es el que destruye, tú sé el que sirve.
El servir no es faena de seres inferiores.
Dios que da el fruto y la luz, sirve.
Pudiera llamarse así: "El que Sirve"
Y tiene sus ojos fijos en nuestras manos y nos
pregunta cada día: ¿Serviste hoy? ¿A quien?
¿Al árbol, a tu amigo, a tu madre?

Gabriela Mistral